15 de abril de 2011

funciona así.

El problema de la vida es tan simple como no estar conforme con lo que se pierde, se gana o se tiene, es tan fácil, como eso, la gente teme la muerte, el fin, perder su hogar, sus seres queridos, incluso sus pertenencias, quieren más riqueza, más poder, más belleza, quieren menos injusticias, quieren ser más fuertes, más responsables, ser mejores estudiantes, padres, amigos, personas, quieren triunfar en el amor, en el sexo, anhelan todo lo que quieren y no tienen, todo lo pierden, y rara vez piensan en lo que si poseen. Con esto no incito a pensar que el conformismo deba tomarse como ley de vida, ni que el pasotismo general se apodere de nuestras mentes, es obvio, valga la redundancia, que sin la ambición humana, nada de lo que ahora mismo puedas ver desde tu escritorio hubiera llegado a ser, vivimos en un mundo imaginado, invito a todos los rebeldes, que van contra corriente, a todos depresivos, inconformistas con su propia vida, doy ánimo a todas la victimas de maltratos, injusticias, a todos aquellos que pierden la esperanza, la confianza, el rumbo.
Que rara vez nos observamos desde fuera, que rara vez, salimos de nuestro cuerpo y juzgamos nuestra vida, nuestros errores, y fracasos, todos los insuficientes de la vida o los te quieros frustrados, todos sabemos de que hablo, de ese dolor característico de la tierra, de esas emociones, sensaciones, lágrimas, risas, de amigos, familia, cotilleos de instituto, de los pequeños placeres, de remolonear, ser rechazado, incomprendido, de la frustración, la rabia, la ira, la pobreza, el placer, la desilusión, los engaños, la satisfacción, el conocer, aprender, callar, chillar, calor, frío, amor, vida, muerte. Sabemos de que hablo, porque todos estamos pasando por ello, todos sentimos y es fácil acabar entendiendo que hay tantos mundos como formas de mirar el que tenemos. Así pues, miremos nuestro mundo con los mejores ojos, conformándonos, valorando lo que tenemos, agradeciendo lo que tuvimos, y viendo lo que no, como la posibilidad de progreso, por lo que motivar el día a día.
Basta mantener la locura controlada, llorar, amar, sufrir, irritarse, como cualquier ser humano normal, sin robarle el sentido a cada instante, sabiendo de la posibilidad de volar de nuestra mente y cuerpo, y desentenderse de todas las situaciones difíciles, entenderlas como, etapas de la vida, conformarse en cierto modo, sin perderse a uno mismo, sin duda, hay que ser uno mismo, ser fiel a los valores de forma coherente y sonreírle al momento que acontece.